"Quake se presenta como una atracción que refleja la identidad de Lisboa, pero también como un punto de encuentro entre locales y turistas."
Quake nació del deseo de complementar la oferta de ocio y cultura cada vez más rica y dinámica de Lisboa, una ciudad con un clima y una gente acogedores, que atrae a muchos visitantes durante todo el año.
No cabe duda de que el sector turístico viene trayendo a Lisboa oportunidades de negocio e inversiones diversas. Sin embargo, es fundamental que estos proyectos añadan valor a la propia ciudad, siendo sostenibles tanto en su vertiente económica como en su conexión con la ciudad y sus ciudadanos.
Cuando llegamos a la terminal de un aeropuerto y visitamos el centro de una ciudad, cuántas veces hemos pensado que todo es cada vez más igual -desde las mismas tiendas de las grandes franquicias internacionales, hasta las más pequeñas tiendas de souvenirs, pasando por las diversas noria y propuestas turísticas- y que, por lo tanto, el lugar concreto en el que nos encontramos podría estar, al fin y al cabo, en el corazón de tantas otras ciudades.
Tratando de combatir esta estandarización de la oferta, que al mismo tiempo elimina la autenticidad de una ciudad, Quake se presenta como una atracción que refleja la identidad de Lisboa, pero también como un punto de encuentro entre habitantes y turistas. Porque trata de un acontecimiento que marcó una época y forma parte integrante de la historia de Lisboa, mezclándose con ella, no la priva de su carácter; porque es una experiencia inmersiva y sensorial y, al mismo tiempo, un equipamiento cultural, fomenta la adquisición de conocimientos de forma divertida y sencilla; y porque explora un tipo de acontecimiento natural que se produce de forma recurrente en otras geografías, llegando a nosotros de muchas maneras, Quake tiene una ambición universal.
Entretenimiento, Historia y Ciencia son, por tanto, los pilares sobre los que se asienta esta experiencia y su marca.