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Cuando se produce un terremoto, el suelo se agita y puede causar graves daños. Pero los terremotos también generan otros efectos devastadores.
Ruptura de la superficie: El suelo se fractura, lo que puede provocar daños en carreteras, redes ferroviarias y líneas de comunicación.
Licuefacción: Cuando las ondas sísmicas sacuden sedimentos saturados de agua, los suelos pueden perder sus propiedades sólidas y comportarse como un fluido. Los cimientos de los edificios se hunden y se mueven, provocándoles daños e incluso su destrucción.
Deslizamientos de tierra: Los sedimentos sueltos en las pendientes e incluso las rocas sólidas en las montañas empinadas pueden volverse inestables y deslizarse cuando la tierra tiembla.
Tsunamis: Un tsunami se puede producir cuando tiene lugar un terremoto en el lecho oceánico o cerca de la costa. En la actualidad, la mayoría de las ciudades costeras de todo el mundo cuentan con sistemas de alerta temprana de tsunamis, cuyo objetivo es dar algo de tiempo a las poblaciones costeras para ponerse a salvo antes de que las olas del tsunami toquen tierra. Estos sistemas se basan en la información proporcionada por las ondas sísmicas —que viajan unas treinta veces más rápido que las olas de un tsunami— y por boyas oceánicas que miden la altura del mar. Cuanto más lejos de la costa se encuentre el epicentro, antes se emitirán las alertas y mayor será el tiempo disponible para actuar y ayudar a las personas a ponerse a salvo.
Inundaciones e incendios: Los terremotos pueden causar daños estructurales en presas y, a su vez, provocar inundaciones. También pueden dañar tuberías de gas y líneas eléctricas, y de este modo provocar incendios.
Réplicas: Estos terremotos más pequeños y breves pueden causar el colapso de estructuras que ya fueron dañadas pero no destruidas por el terremoto principal más fuerte.
¿Sabías que...?
- Las olas que ves en la playa las provoca el viento, y se mueven por la superficie del agua. Las olas de un tsunami son diferentes. Se desplazan desde el lecho oceánico hasta la superficie como una columna de agua, ¡incluso en océanos profundos!
- Los tsunamis no son una única ola sino una serie de olas. Con frecuencia la primera ola no es la más grande, así es que los tsunamis pueden durar horas.
- En muchas regiones, como el Mediterráneo, el nordeste atlántico y Japón, los terremotos que pueden provocar tsunamis ocurren muy cerca de la costa, lo que no deja apenas tiempo para emitir una alerta efectiva de tsunami. Si sientes un fuerte temblor, oyes un rugido desde el océano o aprecias un ascenso o descenso repentinos del nivel del mar, sube inmediatamente a un terreno elevado, no esperes a un aviso oficial.
- Los tsunamis pueden ser generados por terremotos, erupciones volcánicas, corrimientos de tierra o el impacto de meteoritos. En condiciones adecuadas, los tsunamis pueden también ser provocados por variaciones de presión atmosférica; estos se denominan meteotsunamis.
- Si te encuentras en un barco cuando se aproxima el tsunami, navega mar adentro para evitar el oleaje más fuerte cercano a la costa.
Altura máxima de onda de tsunami (fondo de color) y tiempo de desplazamiento (curvas de nivel en horas) calculados para una de las fuentes fiables para el evento del 1 de noviembre de 1755 (IPMA).
Cuando la falla que se rompe durante un terremoto alcanza la superficie, el suelo se fractura y causa una ruptura de la superficie, lo que puede causar daños en carreteras, ferrocarriles y líneas de comunicación.
Cuando las ondas sísmicas sacuden sedimentos saturados de agua, los suelos pueden perder sus propiedades sólidas y comportarse como un fluido en un proceso conocido como licuefacción. Los cimientos de los edificios se hunden y se mueven, provocándoles daños e incluso su destrucción.
Los sedimentos sueltos en las pendientes e incluso las rocas sólidas en las montañas empinadas pueden volverse inestables y deslizarse cuando la tierra tiembla.
Los terremotos a veces provocan que el suelo se hunda de forma permanente originando inundaciones, como fue el caso del terremoto de Tōhoku de 2011 en Japón.
Incendio en el centro de Kobe después del terremoto de 1995 en Japón. Los sismos también pueden provocar daños estructurales, incluso los que afectan a tuberías de gas y líneas eléctricas que originan incendios.
Un sismo principal es el terremoto de mayor magnitud en una crisis sísmica, es decir, en un periodo de actividad sísmica intensa. Todos los terremotos de la crisis que ocurren antes y después del sismo principal se denominan, respectivamente, premonitores y réplicas. A pesar de que las réplicas son más pequeñas y breves que el sismo principal, pueden provocar el colapso de las estructuras que fueron dañadas pero no destruidas por el terremoto principal y más fuerte.
BIBLIOGRAFÍA
Grotzinger, J. & Jordan, T. H. (2020). Understanding Earth, 8th ed. MacMillan.
Stein, S. & Wysession, M. (2009). An introduction to seismology, earthquakes, and Earth structure. John Wiley & Sons.
Instituto Português do Mar e da Atmosfera
https://pnsn.org/outreach/earthquakehazards/surface-rupture