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Los terremotos tectónicos ocurren debido al movimiento relativo entre placas tectónicas. Poco a poco, este movimiento acumula tensiones que finalmente se liberan. Cuando las rocas alcanzan su límite, se rompen a lo largo de las fallas. Esta fractura repentina de las rocas es lo que denominamos terremoto. El tamaño de la falla en movimiento está directamente relacionado con la magnitud del terremoto, que es una medida de la energía liberada en forma de ondas sísmicas cuando la falla se fractura.
La cantidad de energía sísmica liberada durante un terremoto está relacionada con varios factores:
1) El tamaño del área fracturada sobre el plano de falla
2) La cantidad de “deslizamiento”, o cuánto se desplazó un bloque en relación con el otro
3) Las propiedades geológicas de las rocas, que determinan la cantidad de energía almacenada durante la deformación elástica
¿Sabías que...?
- En la antigüedad, Aristóteles explicó que los terremotos eran el resultado de vientos subterráneos causados por el fuego en el interior de la Tierra y por el calentamiento solar.
- El origen de los terremotos tectónicos no se determinó correctamente hasta 1909, cuando el geofísico Harry Fielding Reid examinó los desplazamientos causados por el terremoto de 1906 en S. Francisco (California) y propuso la teoría del rebote elástico. Esta teoría, que continúa siendo aceptada hasta la actualidad, afirma que los terremotos se generan por la repentina liberación de energía cuando una falla tectónica se rompe.
- Durante un terremoto, la energía se libera de manera irregular y algunas zonas de la falla liberan más energía que otras — como cuando se rasga una hoja de papel—.
- Cada unidad adicional en la escala de magnitud representa un movimiento sísmico aproximadamente 10 veces mayor y unas 32 veces más energía liberada.
- En la Tierra, por cada unidad adicional de magnitud, tenemos de media 10 veces menos terremotos por año. Pero como la energía aumenta 32 veces, los pequeños terremotos no liberan suficiente energía para evitar que ocurran grandes terremotos.
- Durante un terremoto, la falla no se rompe al instante, sino que lo hace a una velocidad aproximada de 3 km/s. Esto significa que los terremotos grandes y muy grandes pueden tardar algunos minutos en fracturar por completo la falla.
- La intensidad del movimiento sísmico causado por un terremoto en una ubicación dada varía según la magnitud del terremoto, la distancia a la falla que lo origina y las condiciones locales del suelo (por ejemplo, un suelo blando tiende a amplificar el movimiento del mismo). En ausencia de sensores sísmicos apropiados, la intensidad del movimiento del suelo puede estimarse por sus efectos en personas, animales, objetos y construcciones. Estos se evalúan en una escala macrosísmica con el fin de obtener la intensidad macrosísmica. La magnitud e intensidad de un terremoto miden diferentes propiedades, al igual que la potencia y la intensidad de la luz que los objetos reciben en lugares específicos.
Debido a la tectónica de placas, el estrés se acumula en una falla hasta que se libera repentinamente en un terremoto. Esta es la teoría del "rebote elástico" del origen de los terremotos. Muchas animaciones se pueden encontrar en Internet buscando las palabras clave "rebote elástico".
Después de un terremoto, las placas tectónicas continúan moviéndose y el estrés reanuda su acumulación tras un ciclo de terremotos mayormente impredecible (a corto plazo). La magnitud y el momento del próximo terremoto no pueden predecirse con certeza, pero a largo plazo la liberación media de energía puede estimarse y utilizarse para establecer códigos de construcción. Este sistema de masa y resorte ilustra el modelo "stick-slip" (adhesión y deslizamiento) de un terremoto.A medida que las ruedas giran, la energía potencial se almacena en el resorte. La mayoría de las veces, el bloque se adherirá a la cinta, pero finalmente la fricción será vencida y el bloque se deslizará repentinamente liberando energía, en un proceso similar a un terremoto.
La magnitud de un terremoto, una medida de la energía liberada como ondas sísmicas, está relacionada con el tamaño de la falla fracturada, como se muestra en estos tres ejemplos. Los pequeños terremotos apenas se sienten o no se sienten en absoluto. A medida que aumenta la magnitud, un área más grande que rodea la fractura de la falla se ve afectada por el terremoto, y la intensidad del movimiento del suelo también aumenta.
La cantidad de energía sísmica liberada durante un terremoto se mide por su magnitud y se relaciona con el tamaño del área fracturada en el plano de falla y con la cantidad de "deslizamiento", o cuánto se movió un bloque en relación con el otro. Durante un terremoto, la falla no se rompe al instante, sino que lo hace a una velocidad aproximada de 3 km/s, lo que significa que los terremotos grandes y muy grandes pueden tardar algunos minutos en fracturar por completo la falla.
La intensidad del movimiento sísmico provocado por un terremoto se calcula mediante la intensidad macrosísmica. Además de las condiciones locales del suelo, depende de la magnitud del terremoto y de la distancia hasta la falla. Un terremoto de menor magnitud, pero más cercano, puede causar la misma intensidad de movimiento sísmico que un terremoto de gran magnitud muy lejano.
Cada unidad adicional en la escala de magnitud representa unas 32 veces más energía liberada. En la Tierra, por cada unidad adicional de magnitud, tenemos de media 10 veces menos terremotos por año. Pero debido a que la energía aumenta 32 veces por unidad de magnitud, los pequeños terremotos no liberan suficiente energía para evitar que ocurran grandes terremotos. Los terremotos son los fenómenos naturales conocidos de mayor energía que tienen lugar en la Tierra.
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BIBLIOGRAFÍA
Stein, S. & Wysession, M. (2009). An introduction to seismology, earthquakes, and Earth structure. John Wiley & Sons.
Instituto Dom Luiz