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La región costera al sur de Portugal continental está situada entre las placas euroasiática y nubia. La mayoría de los terremotos registrados en Portugal se deben a las varias fallas activas en esa región, pero también existen fallas en tierra que pueden generar seísmos bastante destructivos. Algunas de estas fallas son bien conocidas, pero aún quedan muchas otras por descubrir y estudiar.
Los especialistas aún no han logrado ponerse de acuerdo sobre qué falla o conjunto de fallas causaron el terremoto de 1755. Si se trataba de una única falla, debía ser enorme. Pero también pudo originarse por la fractura en cadena de dos o varias fallas grandes. La información histórica sobre el tsunami apunta a que la dimensión en conjunto de dichas fallas debió haber sido de unos 200 km de longitud y 80 km de anchura.
A lo largo de la historia, Lisboa se ha visto afectada por numerosos terremotos, algunos de ellos de gran magnitud e intensidad. En nuestra región, la deformación de las placas es muy lenta, de modo que los terremotos pueden ocurrir separados por amplios intervalos de tiempo. Esto explica por qué tendemos a olvidarlos a diario, aunque sus efectos pueden ser demoledores.
La magnitud es una medida de la energía sísmica liberada en la falla al desplazarse bruscamente. Sólo a mediados del siglo XX se empezó a medir la magnitud a partir de los registros sismográficos, y las magnitudes de los terremotos más antiguos son estimaciones.
La intensidad es una medida de la gravedad del movimiento del suelo causado por el terremoto, basada en los efectos que las vibraciones producen sobre las construcciones, las personas y los animales. A partir del V grado de intensidad, comienzan a observarse daños, especialmente en los edificios más frágiles.
¿Sabías que...?
- Las placas nubia y euroasiática se acercan entre sí entre 4 y 5 mm cada año, convergiendo al sur de Portugal continental. ¡Es aproximadamente lo que crecen nuestras uñas en un mes!
- No se ha sentido un temblor fuerte en Lisboa desde 1969... ¡El próximo gran terremoto puede ocurrir en cualquier momento!
- En regiones en que la superficie se deforma lentamente, como Portugal continental y las zonas costeras adyacentes, los geólogos son muy conservadores en la definición de fallas activas o posiblemente activas. Las fallas se clasifican como activas si muestran indicios de deformación en los últimos 2 o 3 millones de años, es decir, durante el Plioceno superior o el Cuaternario.
- El terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755 es considerado por muchos el inicio de la sismología como ciencia, ya que fue el primer evento estudiado científicamente. El protagonista fue el marqués de Pombal, que ordenó una investigación detallada sobre los efectos del terremoto en todo el reino. Sin embargo, solo fue a principios del siglo xx cuando los científicos comprendieron finalmente cómo se generan los terremotos.
- Se estima que la falla que se fracturó para generar el terremoto del 1 de noviembre de 1755 provocó un desplazamiento medio de 20 m a lo largo de la falla. ¡Esta es la altura de un edificio de 7 plantas! Se sabe que el terremoto de Tōhoku causó 40 m de deslizamiento en algunas zonas de la falla, la altura de un edificio de 12 plantas.
El terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755 es considerado por muchos como el inicio de la sismología como ciencia, ya que fue el primer evento estudiado científicamente. El protagonista fue el marqués de Pombal, que ordenó una investigación detallada sobre los efectos del terremoto en todo el reino. Sin embargo, solo fue a principios del siglo xx cuando los científicos comprendieron finalmente cómo se generan los terremotos.
La información histórica sobre el tsunami sugiere que la falla, o conjunto de fallas, que generó el terremoto del 1 de noviembre de 1755 debió tener 200 km de largo y 80 km de ancho. Se trata de una estructura enorme que los científicos de la Tierra siguen buscando hoy en día. La falla debió fracturar la superficie del fondo marino o muy cerca de ella porque se generó un tsunami destructivo.
Las fallas activas que generan grandes tsunamis deben romper o deformar el fondo marino. Una de las herramientas utilizadas por los científicos de la Tierra para identificar estas fallas, como la que generó el terremoto del 1 de noviembre de 1755, es elaborar mapas detallados de la topografía del fondo marino. La actividad tectónica, el depósito de sedimentos y la erosión dan forma a este lecho marino.
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https://www.seismofaults.eu/efsm20
BIBLIOGRAFÍA
Cabral, J. (2012). Neotectonics of mainland Portugal: state of the art and future perspectives. Journal of IberianGeology, 38(1), 71-84.
Stucchi, M. et al (2013). The SHARE European earthquake catalogue (SHEEC) 1000–1899. Journal of Seismology, 17(2), 523-544.
Vilanova, S. P. et al (2014). Incorporating descriptive metadata into seismic source zone models for seismic‐hazard assessment: A case study of the Azores–West Iberian region. Bulletin of the Seismological Society of America, 104(3), 1212-1229
https://www.iris.edu/hq/inclass/poster/history_of_seismology